Chimila
A la llegada de los españoles, el pueblo Chimila ocupaba grandes extensiones que iban desde Río Frío y las estribaciones noroccidentales de la Sierra Nevada de Santa Marta hasta las inmediaciones de Mompox y la Ciénaga de Zapatosa; desde la banda oriental del Río Magdalena hasta las hoyas de los ríos Ariguaní y Cesar.
Hoy en día la etnia se encuentra prácticamente reducida a un territorio marginal que se ubica en las sabanas de San Ángel, en el departamento del Magdalena.
Sus tierras, denominadas desde la conquista “tierras de Chimilas“, recientemente se han visto afectadas por la extensión de las haciendas ganaderas, los auges extractivos del banano, la palma africana y el bálsamo de tolú, así como por el descubrimiento de yacimientos petroleros durante la primera mitad del siglo XX.