PURA FIBRA EN SAN AGUSTÍN, HUILA
El proyecto de la exposición surge como subproducto del proyecto ICANH: Investigación, recontextualización y conservación de la colección etnográfica ICANH - Reserva Visible y se desarrolló conjuntamente con el Museo Nacional de Colombia en el programa de exposiciones temporales. La exposición - Pura Fibra - se abrió al público el 23 de marzo de 2016. En el contexto de la exhibición se realizaron conversatorios con representantes de comunidades indígenas sabedores y hacedores de tejidos de diferentes partes del país.
Posteriormente se gestionó y trabajó en la adaptación del proyecto como exposición itinerante. Fue montada e inaugurada en en Parque Arqueológico de San Agustín, Huila en octubre de 2016 con la participación de varios artesanos de la región quienes compartieron su conocimiento sobre las especies de la zona de las cuales obtienen fibras y las técnicas para elaborara diferentes objetos con disímiles usos. La exposición fue trasladada en el Alto de Los ídolos en Mayo de 2017.
El tejido es una creación que responde a necesidades del cuerpo y el alma, es imitación de la naturaleza. Para varias culturas indígenas es palabra, canto y mito, es la piel de los animales más respetados y temidos, o el color y el vuelo de las aves. El tejido es sentimiento, conocimiento y oficio.
Las piezas que se presentan en esta exposición son el resultado de prácticas culturales con las que se ha buscado dar solución a necesidades cotidianas y espirituales relacionadas con la protección del cuerpo y el alma, con la recolección y preparación de alimentos, la crianza, la cura de enfermedades y el resguardo del sol, la lluvia y el viento.
PARA EL CUERPO Y EL AMA
Un tejido en movimiento alivia el calor o atiza el fuego. Fibras en movimiento arrullan y protegen el cuerpo. Coronas de plumas tejidas con fibras y bejucos otorgan poder y acompañan al chamán en sus rituales.
PARA RESGUARDO DEL SOL, LA LLUVIA Y LOS VIENTOS
El tejido es pensar, observar y hacer para responder a los rigores de la naturaleza. Tejer palmas, cortezas y bejucos ha permitido construir refugios transitorios y permanentes para proteger y aliviar el cuerpo del frío, el calor o la lluvia.
PARA TRANSPORTAR, CONSERVAR Y CONSUMIR LOS ALIMENTOS
Desde hace cientos de años, tal vez miles, hombres y mujeres asentados en diferentes regiones del país han heredado y, a la vez, transmitido el arte de identificar las especies, recolectar las fibras y prepararlas para la elaboración de objetos. Canastos, mochilas, cernidores, exprimidores y cargadores han acompañado y facilitado las tareas de recolección, transformación y preparación de alimentos.
PARA LA CRIANZA Y TRANSMISIÓN DE CONOCIMIENTOS
El vientre de la mujer es el primer canasto, primer contenedor de vida. El niño observa, pregunta inquieto por el hacer de los mayores; el viejo acompaña, consiente y exige atención para transmitir conocimiento. Aprender a escuchar, a observar, a pensar, a hacer, a tejer.
PARA DANZAR, CANTAR Y COMPARTIR
El tejido es narración, es canto, es mito. Celebrar y agradecer por las cosechas, por la renovación de la vida, es compartir el alimento, la embriaguez y los cantos.
VISITAS, TALLERES E INAUGURACIÓN
Guión y Curaduría:
Margarita Reyes S.
Marcela García
Conservadora :
María Victoria Gálvez
Apoyo montaje exposición:
Nicolás Bonilla
Paola López
Yaid F. Bolaños
Dibujante:
Andrés Chaparro